

DEVOCIÓN es tu permiso incondicional para gozar de estar viva, habitar tu cuerpo sin la intercepción de la exigencia, y prometerte nunca volver a soltarte la mano o a dudar de si lo merecés.
Un acceso sin escalas a eso que creías que ibas a poder alcanzar luego de haber logrado cierta apariencia, porque tus fantasías no son promesas a futuro, son mensajes de tu cuerpo indicando el camino de lo que necesita hoy para sentir la paz y expansión
Tu cuerpo no es un proyecto a perfeccionar. Es un medio para vivir la vida que soñas.
La devoción incondicional a tu cuerpo es el primer paso fuera del loop de la exigencia y la obsesión con la imagen corporal. Y si como a mí hace unos años esto no es algo que se te esté dando fácil, este es el programa que me hubiese dado alivio encontrar.

“Eventualmente, tus mareas serán el único calendario en el que creas.”
— Mary Oliver
Desde que tengo uso de razón
mi relación con mi cuerpo estuvo atravesada e interceptada por mi imagen corporal. Pasé casi dos décadas queriendo arreglar mi exterior, queriendo controlar mi apariencia convencida de que una vez que me vea bien iba a tratarme bien.
Sacrifiqué el disfrute durante muchísimos años cada vez que pude, con el objetivo de llegar cuanto antes a la versión más flaca de mí misma para ahí merecer todo lo que fantaseaba para cuando fuese suficiente para recibirlo, todo eso que tanto me había negado.
Vivir desde el sacrificio, la compensación, la comparación, el resultadismo, y la persecución de la delgadez me costó salud hormonal, digestiva y mental.
La transformación tocó la puerta del consultorio hace unos años cuando me encontré diciendole a una mujer tras otra lo que yo misma necesitaba escuchar:
No hay objetivo, hay proceso. No se trata de qué querés construir, sino de con qué querés convivir.
De a poco cuidarme dejó de ser sinónimo de restringirme y tomó otro significado: uno más verdadero, respetuoso con mis necesidades, mis ritmos, mi intuición.


POR PRIMERA VEZ
Empecé a elegir mi energía por sobre mi imagen, cómo me siento durante el proceso por sobre cómo me veo con el resultado, el disfrute por sobre la exigencia, la disciplina por sobre el sacrificio. Y eso no significó abandonarme sino exactamente lo contrario. Por primera vez en mi vida en lugar de abandonarme para encajar en lo que creía que se esperaba de mí, me tuve, me sostuve, me vi.
Y eso nunca cambió, incluso cuando mi peso corporal lo hizo, incluso cuando mi parte más herida lo pedía a gritos, incluso cuando anestesiarme con mecanismos de control parecía mejor opción que sentir.
Entendí que aceptarme no tenía nada que ver con resignarme a cierta imagen que no me gustara. Sino que significaba aprender a relacionarme con mi cuerpo dejando de elegir la guerra como camino, buscando hacer las paces y descubriendo una nueva conversación — una mucho más honesta, directa, intuitiva y original.
Y sobretodo, pude ver cómo mi cuerpo y mi imagen corporal eran dos cosas diferentes, después de una vida de que el único punto de contacto con el primero sea el segundo, de haber confundido odiar mi cuerpo con que mi imagen no sea igual a lo que veía en los medios de comunicación o que me costara la vida lograrla, y habiendo adjudicado más de un mal humor a como me quedaba una ropa o a no haber llegado a entrenar, cuando el malestar era muchísimo más profundo de lo que en verdad me atrevía a mirar.

Hoy, estando a semanas de uno de los momentos más importantes y de mayor exposición de mi vida, con lágrimas en los ojos y calor en el corazón puedo decir que llegué sin estar-en ni perseguir la versión más delgada de mí misma — algo que a lo largo de estos años escuché a muchísimas mujeres exigirse. Porque nunca se trató de que nos veamos de cierta forma, sino de que vivamos en enemistad con nosotras mismas.
Mentiría si dijera que no aparecieron fantasmas del pasado queriendo convencerme de qué imagen tendría que devolverme el espejo y las fotos del día de mi boda.
Y sé que lo que me sostuvo no fue solo el proceso que hice durante estos años, sino saber que del otro lado está esta comunidad de mujeres que necesita saber que es posible relacionarse con el cuerpo desde otro lugar, tal como yo necesité entenderlo años atrás.
Hubieron muchas cosas que hicieron que esas voces pierdan fuerza, no tomen el volante y sea la devoción a mi cuerpo la que sostenga mis presentes, guíe decisión tras decisión y sea la autoridad.
Y eso es con lo que vas a entrar en contacto en Devoción: una promesa inquebrantable para amarte y respetarte para toda la vida.
PILARES DEL PROGRAMA
Este programa es un contenedor de lo que necesité para revincularme con mi cuerpo sin la intercepcion de la exigencia por la imagen corporal desviándolo todo.
Desde entender qué lealtades inconscientes estaban resultando en devociones incorrectas y estaban sosteniendo formas de habitarme que no me hacían bien, a comprender mi naturaleza cíclica y como impacta en mis ritmos internos, mi percepción del mundo y mi relación con mis hábitos.
Todo esto para poder descubrir y rearmar una forma de amarte que no requiera de lastimarte, complacer, sacrificar, compensar para luego merecer.
Durante 4 semanas vamos a vernos en el inmenso espejo que es el vínculo con el cuerpo para tomar decisiones que hablen de amor. Vamos a explorar la naturaleza cíclica para que tus ritmos internos empiecen a ser el mapa de autocuidado y autoconocimiento que filtre cualquier ruido internalizado.
LINAJE, LEALTAD — las creencias de cómo debería ser y comportarse una mujer con las que creciste moldearon lo que consideras son los límites de tu libertad hoy. Rompamos las cadenas de las lealtades inconscientes para descubrir lo propio.
MAESTRIA CICLICA — la naturaleza cíclica como el mapa más certero de tus necesidades, interacción con el mundo y tu mundo interno. La devoción es a tus propios ritmos, ese es el punto de nacimiento de la disciplina amorosa.
ODA AL PLACER AUTENTICO — recuperar el placer en lo cotidiano es medicinal. Esta necesita ser la brújula ya que este es el único estado corporal realmente opuesto al estrés.
AMOR INCONDICIONAL — amarte a través de como te gusta ser amada. amarte como un punto de partida, no como un objetivo a alcanzar. amarte no por como se ve tu cuerpo, sino por la devoción que elegis tener con lo único que va a acompañarte hasta el final de tus días,

La DEVOCIÓN es una promesa inquebrantable de que vas a estar ahí para vos, pase lo que pase.
— Yae

QUÉ INCLUYE
-
4 encuentros en vivo por Zoom
Fechas: 5, 12, 19 y 26 de noviembre
Horario: 19 a 21hs (Arg). No es obligatorio estar en los encuentros en vivo, podés hacerlo asincrónico y compartir en el grupo tu vivencia.
-
Prácticas + resonancia en tiempo real. Rituales, cartas, ejercicios somáticos y escritura vivencial.
-
Propuestas para encarnar la devoción mientras vivimos la vida misma.
-
Acceso a un grupo de WhatsApp exclusivo para sostenerse, compartirse y alivianar.


INVERSIÓN & FORMAS DE PAGO
Por tiempo limitado, al inscribirte en las próximas
72 horas, tu acceso incluye:
- Replay ilimitado del programa Devoción
– 1 mes gratuito en la membresía Revolución Interna (valor 40.000 ARS / 35 USD)
– El programa on demand Cíclica con replay ilimitado (valor 111.000 ARS / 111 USD)
– 25% off con el código 25DEVOCION
CON TARJETA DE CRÉDITO EN ARGENTINA HASTA 3 CUOTAS SIN INTERÉS
Seleccionar opción 'Pagar con mercado pago' en el próximo paso, para poder abonar con tarjetas de crédito o débito.
ARS 406.000
ARS $222.000
CON TRANSFERENCIA BANCARIA RESIDENTES EN ARGENTINA
Transferir directamente el valor final al alias BIENESTAR.IDEA y enviar comprobante a hola@wellnessrevolution.com.ar :
ARS 350.000
ARS $199.000
(cuenta externa)
CON PAYPAL / TARJETA -
NO RESIDENTES EN ARGENTINA
Desde cualquier parte del mundo con tarjetas de crédito o vía PayPal.
USD/EUR 345
USD/EUR 199
Preguntas más frecuentes

DEVOCIÓN
volver a vos, una y otra vez.
