Sobre
Tres círculos. Tres heridas comunes. Tres llaves para volver a habitarte. Este espacio reúne tres encuentros que no son solo temáticos, sino profundamente vivenciales. Cada uno fue creado para tocar una capa específica de esas tensiones internas que tantas veces nos acompañan: el desgaste de la autoexigencia, la duda constante de si merecemos, y la dificultad de sostenernos sin castigarnos. Autoexigencia & cuerpo La exigencia nos fue vendida como camino al éxito, pero muchas veces se transforma en una cárcel invisible. Este círculo es un espacio para reconocer cómo esa presión se cuela en el vínculo con nuestro cuerpo: en la culpa por comer, en los entrenamientos que castigan, en el cansancio que ignoramos. Un regreso a la escucha, al ritmo interno, al cuerpo como casa. Merecimiento ¿Cuántas veces sentiste que no habías hecho lo suficiente como para merecer descanso, amor o reconocimiento? En este círculo vamos a desarmar esa voz que mide nuestro valor con una regla ajena. No tenés que probar nada. Merecer no es una recompensa: es un derecho que se habita. Disciplina amorosa Cuando hablamos de sostener procesos, muchas veces aparece la palabra “disciplina” teñida de rigidez. Pero… ¿y si la disciplina no tuviera que doler? Este círculo propone otra forma de acompañarte: con presencia, deseo y compasión. Crear estructura sin perderte. Sostenerte sin exigirte. Elegirte sin negociar tu paz. Cada uno de estos círculos es una puerta. Porque no estás sola. Y porque tu proceso merece espacios donde puedas ser.